Cinco para Santiago

Por Defa...


Prólogo aclarativo

Sin duda tengo que recordarle a alguien, el hecho de que cada sonido es una nota palpitante que encierra un mundo curioso, y que en particular, una gota es como un acordeón susurrante del trance. Que en la casa de un sordo la audición no estaría acaparada. Y el hecho de que no se esté viendo una tortuga o un esculpinorio de restumbres y marmiñones mal sabandijados porque sí, o porqué no, es propia opción. Que en realidad todo es cuestión de alegatos falsos que algún vecino ladra, un malintencionado de corbata de langosta y un sombrero de mata moscas que preferiría quedarse solo en el mundo antes de dejar de fingir que no es vida. Un batallón de costumbrismos ideológicos que vienen en sobre a hacer acusaciones falsas, sobre un tal Absurdo. Ni con camuflaje de alfombra. Ni con disfraz de lapicera transnacional de arroces encadenados. Ni comandados por algún empalagoso encuncunado de sabotajes, podrían venir a hacer frente a verdades que de evidentes, las cree tontas o sólo rastrojos de pañuelos que alguna vez vio pasar frente a sus ambiciones de brillosidad y acumulación patológica. De inercias identificadoras de calzado y orgullos. Bastaría que un cuchuflí se sentara frente a sus archivadores para que notara que son todas mentiras, aspiraciones de una racionalización que lo mataría mientras duerme. Y que la comodidad se puede restringir a instituciones que fingen para que sus pretensiones emocionales sean como columpios de invierno. Que todavía existe la posibilidad de salvar sus mentas de la confiscación y el maltrato. Que el vapor de su explotación es servilleta que limpia las pretensiones de un sacapuntas. Y que por más que trate no encontrará solución salina que salga, entre, recorra y admire sensaciones que de asombrosas lo harían dormir.

I

Y si evitaras el prejuicio
De las plagas de las luciérnagas
Que envenena las nubes y los cajones insecticidas
Si te tomara por el brazo y derrocáramos aullando
Al postre y al falso poder
De ojos de martillo y de triste foca vestida de tumba
Precario rechinar de uñas y salvavidas de piedras.
De ti mismo sin piernas
Pero con una boca que vomita tentáculos.

II

Animal mini-mal que impone
Quien pone o no
Sus columnas del tiempo desechable
Pero nos levantaremos con afiladas hachas
A podar flores enfermas
Que esparciremos sobre la tumba del capitalismo

III

Grita el asfalto entintado
Por los muertos que transitan
¡Qué será de los borregos!
!Qué será si no hay acera!

Ya no llores, bestia gris
Que empapas las jugueras y los cabestrillos
Ya no llores, necia piedra
Que la felicidad la pagan con tarjeta

IV

Soñaste que no había ya más calcetines
Soñabas que soñaste que no había
Y no había
Despertaste y lloraste como boca de guatero

V

No vengo a vender, vengo a engañar
No vengo a ofrecer, vengo a imponer
Alimenta fauces hambrientas
Afilados discursos que desgarran
Las pretensiones de té y hallulla
Vótame
Vótalo
Mátalo
Vótame
Entiérrenme profundo para que muera
Toda doctrina de peces
Toda ambición burócrata
Cada edificio nauseabundo
Los pilares de la esclavitud